.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del primer libro de Samuel

Al cabo de los días Ana concibió y dio a luz un hijo, al que puso por nombre Samuel, diciendo: «Se lo pedí al Señor». El esposo Elcaná y toda su casa subieron a ofrecer al Señor el sacrificio anual y cumplir su voto. Ana, en cambio, no subió, manifestando a su esposo: «Esperemos hasta que el niño sea destetado. Entonces lo llevaré, lo ofreceré al Señor y se quedará allí para siempre».
Una vez destetado, lo subió consigo, junto con un novillo de tres años, unos cuarenta y cinco kilos de harina y un odre de vino. Lo llevó a la casa del Señor a Siló y el niño se quedó como siervo.
Inmolaron el novillo y presentaron el niño a Elí. Ella le dijo: «Perdón, por tu vida, mi señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí en pie ante ti, implorando al Señor. Imploré este niño y el Señor me concedió cuanto le había pedido. Yo, a mi vez, lo cedo al Señor. Quede, pues, cedido al Señor de por vida».
Y se postraron allí ante el Señor.

1Sam 1,20-22.24-28

Salmo Responsorial

R. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

C¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación. R

Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
atiéndeme, Dios de Jacob.
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
Mira el rostro de tu Ungido. R

Sl 83,2-3.5-6.9-10 (R.: 5a)

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Queridos, si el corazón no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

1Jn 3,1-2.21-24

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

Lc 2,41-52

 

"Jo només podia ser a la casa del meu Pare"

Podríem pensar que la família de Natzaret havia de ser una família idíl·lica sense cap mena de problemes. Però segons l’Evangeli, no és així. Ja coneixem l’escena: Jesús, quan tothom se’n tornava, es quedà a Jerusalem sense que els seus pares se n’adonessin. Com anaven en caravanes, els pares pensen que Jesús pot anar amb altres grups. Quan s’adonen que no és així, plens d’angoixa el busquen amb delit. Al tercer dia el trobaren al temple, assegut entre els mestres de la llei. I surt la pregunta angoixada dels pares: Fill, ¿per què t’has portat així amb nosaltres? El teu pare i jo et buscàvem amb ànsia. La resposta de Jesús ens desconcerta: ¿Per què em buscàveu? ¿No sabíeu que no només podia ser a casa del meu Pare? El mateix text subratlla que ells no comprengueren aquesta resposta. Per Jesús la prioritat la té sempre el seu Pare del cel. Ara els seus pares descobreixen totes les implicacions de la realitat divina del seu Fill. Ho hauran d’anar aprenent. Per això diu després l’Evangeli: La seva mare conservava tots aquests records en el seu cor. Ho anava meditant tot per entendre millor el seu fill. I ara tornem a veure la família unida: Baixà amb ells a Natzaret i vivia sotmès a ells. La prioritat de Déu en relació a la família de carn i sang ho veiem també en la primera lectura. Anna que era estèril i que ha demanat insistentment al Senyor un fill, ara que l’ha tingut l’ofereix al Senyor com ho havia promès: Presentà el noi al temple del Senyor. Després diu Anna: Jo l’hi cedeixo [al Senyor]: serà d’ell tota la vida. La família de Samuel serà a partir d’ara la del temple. I Joan ens ha recordat la nostra família més profunda: Déu ens reconeix com a fills seus i ho som. Més enllà de la família carnal (però sense descurar-la) formem tots la gran família dels fills i filles de Déu Pare, germans tots. Joan ens recorda quin ha de ser el nostre capteniment: El seu manament és que creguem en el seu Fill Jesucrist i que ens estimem els uns als altres. Família de carn i la sang i família de fills de Déu Pare.

Mn. Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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